La eliminación uruguaya empezó a fraguarse en el cierre de la primera ronda, cuando empató 2-2 con Ghana y la "Celeste" terminó segunda en el Grupo D.
Esa ubicación le ganó un duelo el miércoles con Brasil, que se impuso 3-1 y dejó a Uruguay fuera del mundial juvenil.
"Teníamos la ilusión de llegar bastante más lejos, tal vez a un enfrentamiento con Brasil pero en una semifinal", recapituló el técnico de Uruguay, Diego Aguirre. "Nos tuvimos que cruzar antes. Sabíamos que era una de las posibilidades, porque era realmente difícil".
Uruguay presentó un equipo maduro y seguro, con figuras de alto calibre como su mediocampista Nicolás Lodeiro y los atacantes Tabaré Viudez y Abel Hernández.
Los uruguayos ganaron de forma convincente sus dos primeros encuentros en la fase de grupos _1-0 sobre Inglaterra y 3-0 sobre Uzbekistán_, y lucharon contra Ghana hasta el último minuto.
A última hora, la diferencia los condenó al segundo puesto de su sector y el fatídico encuentro con la "verdeamarela".
"Brasil para mí es el candidato natural a ganar el torneo", reconoció Aguirre. "Esto hace que (la participación de Uruguay en el torneo) no haya sido tan buena, porque teníamos expectativas de llegar más lejos".
"La misma ilusión que yo tenía de llegar lejos era la del grupo, era la de todos, y (los jugadores) están muy tristes, como estoy yo y todo mi cuerpo técnico, porque pensábamos que se podía", sentenció Aguirre.
El entrenador reconoció que Brasil fue superior que Uruguay en el partido decisivo, un dato que fue evidente en la cancha: los brasileños ganaban 3-0 después de media hora.
Aún así, Aguirre aplaudió el desempeño de su plantel contra Brasil y durante todo el campeonato.
"No tengo nada para recriminarle a mis jugadores, todo los contrario", afirmó.
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